¿Especialista o generalista?

Si te la pasás saltando de un lado para otro, si las redes sociales te absorben más tiempo del que estás dispuesto a admitir, si todo te interesa, es muy probable que sepas casi nada de casi todo.

Por otro lado, si sos especialista en algo, si le dedicaste una vida a ser la persona que más sabe de eso que hacés, si los demás vienen a vos porque sos la referencia obligada en lo tuyo, entonces es muy probable que sepas casi todo de casi nada. 

Parecería que en la vida tenemos que elegir entre ser generalistas superficiales o especialistas enfocados en cosas cada vez más acotadas. O nadamos en un charco muy grande, pero poco profundo. O bajamos a la fosa de las Marianas y no conocemos el resto del océano.

Yo tuve mis momentos de especialista. Cuando hice mi doctorado en física, sabía bastante sobre las estructuras del estado fundamental y la energía vibratoria libre en modelos de primeros principios de termodinámica de aleaciones substitucionales. Era un campo tan acotado y mis conocimientos eran tan específicos que creo que había solamente 5 personas en todo el mundo con las que podía compartir mi saber, sin perderlas en el camino. De hecho, si sufrís de insomnio, podés intentar leer mi tesis de doctorado acá (está en inglés y el desafío es leer las primeras páginas sin dormirte profundamente). Sabía mucho de casi nada.

Ahora soy generalista. Hice el cálculo de que debo haber visto unas 5 mil charlas TED en los últimos 16 años. Obviamente no me acuerdo de todo lo que escuché, pero puedo citar unas cuantas ideas. Lo lindo de las buenas charlas TED es que en poco tiempo sintetizan una idea que, si escuchás con 100% de tu atención, podés unir a tu red de conocimientos y citarla cuando viene al caso en una conversación (sí, ya sé, en mi caso es casi una obsesión y puedo ponerme un poco insoportable citando charlas TED, pero lo tengo algo controlado). Obviamente no soy experto en ninguno de esos temas, pero son puntas que pueden ayudar a que esa conversación siga creciendo. 

Pero, ¿tiene que ser así? ¿Ser especialista o generalista son las únicas opciones? Creo que no. 

Para poder profundizar en los aspectos relevantes de la vida pero al mismo tiempo tener mirada amplia necesitamos un criterio para decidir dónde profundizar y cómo responder a la infinidad de estímulos que tanto nos tientan. Acá van algunas ideas que pueden ayudarnos a romper esa aparente dicotomía.

1 - Muchas de las cosas interesantes suceden en las interfases, en las intersecciones, en los puentes entre áreas que solían estar muy separadas. Quizá una buena manera de ser generalista es coleccionar especialidades a lo largo del tiempo. Si después unimos esas especialidades es muy probable que podamos crear cosas nuevas.

2 - La mayoría de la gente hoy se considera generalista (al menos las personas que respondieron en InstagramLinkedIn y Twitter). A veces es una decisión. Otra veces es la consecuencia de no poder resistir el bombardeo de estímulos muy diversos que tenemos. Para construir algo nuevo y valioso, a veces tenemos que cerrar la canilla de esos estímulos y darnos el tiempo para unir las cosas que ya tenemos. 

3 - Tener un poco más de claridad sobre nuestros intereses e inquietudes puede ayudarnos a decidir a qué dedicarle nuestro tiempo. Para esto, me sirve mucho la técnica de Richard Feynman de listar mis 12 preguntas, esas preguntas que me acompañan hace mucho tiempo. En mi caso, tienen que ver con cómo aprender durante toda la vida, cómo conversar mejor, cómo desarrollar vínculos más profundos con la gente que quiero, cómo funciona la mente, cuáles son las ideas que nos transforman y otras cosas más. Con estas preguntas más o menos claras, de manera natural me voy haciendo especialista en algunas áreas, sin dejar de prestar atención a temas generales que pueden enriquecer mi mirada sobre esas preguntas.

4 - No hace falta ser especialista en todo. Muchas veces alcanza con hacer buenas preguntas, escuchar bien y estar cerca de gente que sabe mucho de eso que te interesa.

5 - Por más generalistas que nos consideremos, siempre podemos encontrar placer en saber mucho de algo. A veces es simplemente un hobby. Y en la mayoría de los casos, esa profundidad en uno o dos temas también nos hace mejores generalistas.

Ojalá esto te ayude a responder cuando te pregunten si sos especialista o generalista. O al menos, a pensarlo vos.

 
 
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