La memoria de mis abuelos

Tuve la suerte de que mis abuelos vivieran muchos años y de poder disfrutarlos. Tengo muchos recuerdos con ellos. Recuerdo claramente que tenían una memoria prodigiosa. Podían contarte con muchísimos detalles eventos que habían sucedido 50 o 60 años antes.

Recuerdo muchas situaciones de sobremesa con ellos junto a mis viejos y mis hermanos. Mi abuelo decía ¨les voy a contar lo que nos pasó cuando...¨. Y ahí nos llevaba a cómo pagaban los 5 centavos que costaba el pasaje del tranvía, al lechero que pasaba con la vaca para ordeñarla en la puerta de tu casa, o a cómo se sentaban a escuchar el radioteatro o se duchaban y ponían la mejor ropa y perfume para juntarse a ver televisión.

Pero no eran relatos genéricos, sino que nos contaba una historia muy específica como la del día en que tuvieron que salir corriendo a conseguir penicilina para que mi mamá, que era muy chica, no se muriera de una peritonitis. Nos contaba con quién hablaron, qué gestiones tuvieron que hacer y finalmente exactamente en qué farmacia, en qué esquina, consiguieron el remedio, gracias al cual estábamos todos ahí, cenando juntos.

Mientras mi abuelo contaba la historia, mi abuela escuchaba muy atenta, sin interrumpir y sin hacer ningún gesto. La atención de todos estaba en mi abuelo. No queríamos perdernos ningún detalle.

Cuando mi abuelo terminaba el relato se hacía un silencio y después de unos segundos, siempre, siempre, mi abuela decía ¨no fue así¨.

Nuestras miradas, que hasta ese momento estaban atornilladas en mi abuelo, giraban rápidamente para mirar a mi abuela. Y ella seguía con ¨yo les voy a contar lo que pasó realmente¨. Y contaba la misma historia, pero ahora había pasado en otro año, con otras personas involucradas, en otros lugares y con otros percances. Igual de fascinante, pero parecía que era otra historia. Por suerte, en ambas conseguían la penicilina.

Cuando mi abuela terminaba su versión de la historia, empezaba la discusión, que podía ser muy divertida, pero que no llevaba a ningún tipo de cambios de opinión ni acuerdos sobre qué había pasado realmente.

Pero entonces, ¿quién tenía razón, mi abuelo o mi abuela? Hoy la neurociencia de la memoria nos dice que lo más probable es que las historias que ambos contaron tuvieran poca relación con lo que sucedió realmente.

Pero, ¿no era que tenían los dos muy buena memoria? Sí, memoriasprodigiosas. Pero resulta que la memoria sobre qué pasó en nuestras vidas, cuándo, dónde, con quién, en qué orden, que se llama la memoria episódica (de los episodios de nuestras vidas), tiene mecanismos muy especiales.

Una analogía puede ayudar a entender cómo funciona. Es como que tuviéramos guardadas esas memorias en un documento electrónico de texto, como los que tenemos en la computadora. Cada vez que las recordamos abrimos ese documento de texto y a medida que vamos recorriendo el relato nos parece recordar un detalle que antes no habíamos incluido, así que lo incluimos en la historia que contamos y también en el documento de nuestra mente. A veces ese nuevo detalle realmente ocurrió 50 años antes. Otras veces, es algo que asociamos con eso que estamos contando, pero que en realidad sucedió mucho tiempo después o incluso lo imaginamos. Cuando terminamos de contar la historia, hacemos control-S y guardamos el documento, con los últimos cambios que acabamos de hacer. La próxima vez que la vamos a contar, abrimos el documento y ya no sabemos qué de lo que tenemos ahí fue el recuerdo original y qué fuimos agregando cada vez que evocamos esa memoria para contarla en una sobremesa familiar.

Cuando terminé de escribir esto, se lo mandé a mis viejos y mis hermanos. Ellos me respondieron que esto que cuento acá arriba no fue así.

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En el curso de Memoria exploramos cómo funcionan los distintos tipos de memoria, en particular la memoria episódica. Vamos a entender cuán creativos podemos ser en seguir editando (muchas veces inconscientemente) una historia que evoluciona cada vez que la contamos; y también vamos a ver qué podemos hacer si queremos retener el recuerdo original, sin las ediciones de los años de contar la historia, es decir cómo podemos crear un archivo read-only, solo lectura, no editable.

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