Doble sentido

Siempre me causaron gracia las situaciones en las que alguien dice algo que tiene doble sentido, pero tarda en darse cuenta.

Hasta que me pasó a mí.

Si tenés auto, una vez por año tenés que hacer la Verificación Técnica Vehicular (VTV). Sacás turno y vas a uno de los centros de VTV para que verifiquen que tu auto no tenga problemas mecánicos, que tenga todos los elementos de seguridad y que no emita demasiados gases contaminantes. Si todo está bien, te lleva unos 20 minutos.

Esa vez, saqué el turno para las 10 hs y agendé una reunión importante recién para las 12 hs, para asegurarme de que iba a llegar tranquilo.

Soy bastante malo con las cosas del auto. Creo que sabría cambiar una goma si se pinchara, pero rezo por no tener que demostrarlo. Al día siguiente nos íbamos de viaje con el auto, así que era importante que me dieran la VTV ahí mismo, sin muchas vueltas.

A las 9:55 hs ya estaba ahí, pensando que iba a ser un día más. Uno de esos días sin nada especial. De los que no generan recuerdos.

Suspensión OK. Frenos OK. Dirección OK. Gases OK. Elementos de seguridad OK. A ver las luces. Flaco, tenés quemada la luz de posición de adelante a la izquierda. No podemos aprobarte el VTV así. Tenés hasta mañana para volver con la luz arreglada para poder circular. Si no, tenés que sacar otro turno para dentro de un mes.

¿Tienen lamparitas de repuesto? No, flaco, esto no es un taller. Tenés que ir a un lugar de repuestos, comprar una y cambiarla. Te esperamos acá cuando lo hayas hecho. Te sugiero que pruebes conseguir una por Warnes.

Cálculo rápido. Estoy a 20 minutos de Warnes, ahí compro la lamparita, vuelvo, me aprueban la VTV y llego justito a mi reunión de las 12 hs. Por las dudas, me apuro un poco.

En Warnes no hay dónde estacionar. Doy varias vueltas hasta que consigo un lugar, justo en frente de un lugar que dice ¨Luces y repuestos para todos los autos¨. Es mi día de suerte, pienso.

Entro un poco apurado. Ya siento que quizá no llegue a mi reunión importante. Es un local chico y la escena al entrar me llamó la atención. Eran tres hombres corpulentos, en mameluco, con las manos engrasadas. Dos de ellos estaban detrás del mostrador. El tercero parecía ser un amigo o quizá un compañero del taller mecánico. Conversaban de fútbol y no parecieron darse cuenta de que entré y estaba parado ahí, a un metro de ellos, con cara de apuro y ya transpirando un poco.

Después de que no pudieran ponerse de acuerdo de si había sido penal o no, uno de ellos me mira, casi sorprendido de que esté ahí. Qué querés, me pregunta, como si lo estuviera interrumpiendo.

Le explico, un poco nervioso, transparentando mi total ignorancia sobre los autos. No flaco, acá arreglamos autos, no vendemos luces, tenés que ir a un lugar de luces para comprar luces. Pensé en mostrarles la contradicción con el cartel de afuera, pero en un rapto de lucidez me di cuenta de que no era una buena idea.

Salgo, ya corriendo. No puedo llegar tarde a mi reunión de las 12 hs. En Warnes todos los negocios son de cosas de autos. En alguno tienen que vender lamparitas. A dos cuadras finalmente consigo y compro. Ahora hay que reemplazar la luz quemada. No tengo idea de cómo se hace. En el negocio me dicen que ellos no hacen eso, pero que a dos cuadras hay un lugar donde pueden ayudarme. Y me explica cómo llegar a un negocio que en la puerta tiene un cartel que dice ¨Luces y repuestos para todos los autos¨.

Llego, ahora sí transpirando mucho. Entro con la lamparita en la mano. Los tres mecánicos, en la misma posición que antes, siguen debatiendo si fue penal. Me vuelven a ignorar.

Después de lo que pareció una espera eterna, uno me mira de reojo. Y, flaco, ¿conseguiste la lamparita? Los otros dos seguían discutiendo. Sí, sí, la conseguí.

Tomé aire, subí el volumen para mostrar el apuro que tenía y le dije en un tono de súplica:

¿Les puedo pedir que me la pongan?

En ese momento, se hizo silencio y los tres mecánicos me miraron fijo. Yo tardé unos segundos en darme cuenta qué había pasado.

Me aprobaron la VTV, llegué a mi reunión de las 12 hs, pero ya no me causan gracia las frases con doble sentido.

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