El algoritmo y cada uno de nosotros

Se habla hace mucho sobre cómo los algoritmos de las redes sociales influyen en nuestras vidas, pero recién lo sentí en carne propia y lo entendí mejor durante este fin de semana. Te cuento.

Tomemos Twitter como ejemplo. En los primeros años (yo empecé en 2009), la cosa era así. Vos decidías a quién seguir y Twitter te mostraba los últimos tweets (o tuits en criollo) de las cuentas que vos seguías, en orden cronológico inverso (los posteos más recientes arriba de todo). Listo. Simple y claro. Vos tenías control absoluto sobre lo que veías. Solamente tenías que dedicarle eltiempo a ¨curar tu feed¨, es decir, seleccionar y seguir las cuentas que te interesaban. 

En esa época antigua los usuarios tuvieron ideas muy creativas de cómo optimizar la experiencia. Empezaron a poner el símbolo # seguido de palabras clave para etiquetar los posteos. Twitter después lo oficializó como hashtag y aparecieron las listas de tendencias (trending topics) y así te enterabas de los temas más calientes. Twitter le empezaba a ganar a los diarios como fuente de las noticias de último momento. Uno de los usos más valiosos del hashtag fue otro invento de los usuarios: el follow Friday o #FF. Los viernes compartías con ese hashtag las cuentas que recomendabas seguir. Y así descubrías otras voces y seguías curando tu feed. Y mantenías el control absoluto. Todavía no hablábamos del algoritmo. No había inteligencia artificial involucrada y dos personas que seguían las mismas cuentas veían exactamente lo mismo en sus feeds.

Pero las plataformas (redes sociales, servicios de streaming como Youtube y Netflix, sitios de noticias, etc.) reconocieron que estaban compitiendo por nuestra atención y crearon sistemas de inteligencia artificial que tenían como objetivo hacer que te quedes la mayor cantidad de tiempo posible en esa plataforma. Y estos sistemas se dieron cuenta de que darte control total sobre tu experiencia no era la estrategia más efectiva para que no te vayas, para que sigas cliqueando y escroleando. A través de mucha prueba y error, al algoritmofue aprendiendo qué tenía que mostrarnos a cada uno de nosotros para que no nos fuéramos, para generarnos esa sensación de no puedo parar que muchos sentimos cada vez que entramos a una de estas plataformas. Sí, el algoritmotiene en cuenta la lista de cuentas a las que seguimos, pero eso tiene cada vez menos peso y pasa a ser más importante nuestro comportamiento real en las horas que le regalamos a la plataforma para que aprenda más de nosotros. Hoy Twitter y todas las demás plataformas saben qué tienen que mostrarnos a cada uno de nosotros para que no nos vayamos. 

En esta transición delegamos completamente en el algoritmo la curaduría de nuestro feed, de nuestra experiencia. Ya no estamos en control de qué vemos. Perdimos agencia, dirían algunos, de manera más técnica. Tercerizamos nuestra decisión. Y eso suena duro porque decidir es parte de lo que nos hace humanos, de lo que nos hace únicos. Entonces nos sentimos manipulados y nos duele (como dice Santi de manera brillante en su charla en TEDxRíodelaPlata). 

Y a muchos nos agarra nostalgia de esas buenas viejas épocas en las que decidíamos nosotros y nos gustaría volver a estar en control. ¿Pero estamos seguros de que era mejor?

¡Resulta que Twitter ofrece ahora la posibilidad de volver a la modalidad anterior! En realidad, no sé si no lo ofrecía ya hace un tiempo. Yo me enteré la semana pasada por un posteo de Elon Musk y durante el fin de semana me dediqué a experimentar ambas modalidades y comparar la experiencia. Haciendo click en las estrellitas de arriba a la derecha en tu feed, podés seleccionar la vista del algoritmo (que llaman ¨Home¨) o la vista de las cuentas que seguís (¨latest Tweets¨).

Acá van mis reacciones preliminares:

  • ¡Me dio mucha impresión reconocer las cuentas que seguía hace años! Como el algoritmo tomó el control de lo que veía en Twitter, dejé de preocuparme por a quién seguía y a quién dejaba de seguir, ya que era bastante irrelevante para la experiencia de uso. ¡Eso me regaló una cápsula del tiempo de mis intereses de hace 8 o 10 años! Mis intereses cambiaron bastante y me gustó reconocer ese cambio.

  • Hacer una buena curaduría de tu feed requiere de tiempo y dedicación. Durante el fin de semana dejé de seguir a muchas cuentas y empecé a seguir a otras. Todavía no logro que el feed resultante me cautive.

  • El feed del algoritmo me resulta mucho más divertido y me sorprende más. Y claro, ¡por esas razones el algoritmo me muestra ese contenido! Una de las cosas que más me gustan del Twitter de hoy son los hilos (secuencias de tuits) muy pensados y bien preparados, que miran un tema en un poco más de profundidad. Y el algoritmo se dio cuenta que me gustan y me los muestra.

  • Pero me gusta volver a tener control de mi feed, así que por ahora la estrategia que más me está gustando es la de dedicarle un rato a ver lo que me muestra el algoritmo y usar eso como inspiración para elegir a quiénes seguir. Después vuelvo a mi feed curado, que va mejorando rápidamente.


Siento que perdimos mucho control sobre lo que vemos y que está bueno encontrar un buen balance entre aprovechar eso que el algoritmo aprendió sobre nosotros y lo que cada uno quiere ver.

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